“Una profunda inmersión en Jerez“. No hay mejor síntesis de lo que cada año por el mes de septiembre supone el Sherrymaster by Tio Pepe. Una grandísima experiencia, y van tres ediciones, para un grupo de entusiastas o ‘friquis’, como les llaman algunos, que comparten con la Familia de González Byass unas intensas jornadas en torno a una pasión común: el Jerez. En la recién finalizada edición han sido 30 los afortunados que han podido seguir aprendiendo del Jerez y de su entorno. Sin duda, la complejidad del Jerez lo hace grande entre los Vinos del Mundo. El Sherrymaster arrancó como siempre donde todo nace, en la tierra. La viña, su mimo y sus singularidades a flor de piel. José Manuel Harana, capataz de viña de Bodegas Tio Pepe, quien suele decir que nació bajo una cepa, mostró las labores de injerto y de poda que se mantienen en la Viña Canariera para conservar un viñedo lleno de vida y donde la Palomino es la reina indiscutible. Camino adentro por Carrascal, el grupo llegó a Esteve, donde el verdor intenso destapa las casi 30 hectáreas de Pedro Ximénez que pueblan las blancas colinas de albariza. El almiscate del cortijo sirve de lecho a los racimos que concentran sus azúcares en el ‘soleo’. para ofrecer los mejores Mostos de Pedro Ximénez que tendrán que envejecer en la quietud de las bodegas por años. Siempre se ha dicho que el legado y la Historia es la base del buen hacer, y en González Byass los empolvados legajos y la tela de araña conviven con los mega bytes en los Archivos Históricos, de donde han salido varias tesis doctorales de distinto ámbito. Aquí los participantes en el Master, pudieron empaparse de la rica Historia, descubrir la procedencia de palabras, vinos y faenas ya en desuso en unos escritorios que parecen detener el tiempo. La primera toma de contacto con las “aulas” para catar de manera profesional, vino de la mano de la juventud y la profesionalidad de Cristina Losada, que capitanea con éxito las bodegas del gran proyecto de alta restauración de Albert Adrià y los hermanos Iglesias en Barcelona. Muy interesante mano a mano con el maestro Antonio Flores, enólogo y Master Blender de Bodegas Tio Pepe, que representó la madurez y el temple en un recorrido enológico de más a más. La mañana finalizó con unas jornadas gastronómicas muy interesantes planteadas por el experto Pepe Ferrer, que aportaron novedad y diversión sin corsés, en una mezcla muy curiosa de Cocina de Oriente con productos de Occidente, más concretamente de Cádiz y su entorno; atún, verduras, ternera retinta … Un deleite de sabores y texturas casi anárquico, donde destacó la rica versatilidad de los Vinos de Jerez de González Byass. Luego llegó la que es tal vez la cata más didáctica de las programadas, ya todo un clásico: Los Caminos del Jerez, una Cata ‘en V’ que repasa minuciosamente todo el amplio y sofisticado mundo del Jerez. Una difícil síntesis que Antonio Flores sabe manejar haciendo que esta cata sea posiblemente la más valorada por los participantes. Las animadas tertulias, siempre en torno al vino, tuvieron su momento durante la cena que ofreció el catering La Buganvilla en el espectacular Patio de Lepanto, uno de los rincones más románticos del conjunto monumental de las Bodegas. La mañana de la segunda jornada trasladaba al más remoto pasado, en concreto a los orígenes fenicios de la Cultura del Vino en la zona, en una fascinante visita al Yacimiento Arqueológico del Poblado de Doña Blanca. Manuel Parodi, profesor experto en la materia, trasladó a los presentes a la época, y desde la atalaya del Poblado se divisaron el río Guadalete, las salinas de Puerto Real y la silueta de Cádiz, paisajes que han dibujado el Marco del Jerez y que tanto han tenido que ver en su larga Historia. Perfectamente ubicados y con la mente en los siglos III y IV a.C. Antonio Flores hizo Arqueología del Vino, dando a catar Vinos Centenarios cargados de Historia, amalgamados y convertidos en la pura concentración del todo: suelo, sabiduría, Historia, sal, sol, trabajo… Los salazones, tan importantes en la Historia del cercano litoral, tuvieron su destacado espacio en una Cata conducida de nuevo por Pepe Ferrer; mojama, huevas y corazón de atún salvaje que se hermanaron con los Jereces más añejos, para demostrar una vez más su grandeza. En definitiva, una jornada para el recuerdo, cargada de emoción y que sirvió de homenaje a todos los antepasados del lugar que hicieron posible que Jerez se abriera al Mundo por la Bahía de Cádiz. Ya de vuelta en Jerez, esperaba una experiencia verdaderamente única: poder catar ‘a pie de bota’ los distintos estadios de Tio Pepe, “el vino vivo” como le gusta llamarle a Antonio Flores. Cada bota un matiz, cada andana un carácter, y al final siempre la organolepsia única de un Vino memorable y universal: Tio Pepe. Para gran Familia de Vinos que es hoy González Byass resulta un placer poder compartir los días de Sherrymaster con amigos y prescriptores que divulgarán las excelencias del Jerez. Así lo entiende la Familia y así quiso atestiguarlo Mauricio González –Gordon , presidente de González Byass, presente en la entrega de diplomas, antes de que cada cual tomara su camino para dar por finalizado el Sherrymaster by Tio Pepe 2015. El equipo del Sherrymaster by Tio Pepe ya piensa en las experiencias y los lugares que se visitarán en la próxima edición de 2016.
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