González Byass recupera la bonita tradición de los vinos de “Ida y Vuelta”
Concluyen los fastos conmemorativos del 5º centenario de la primera circunnavegación del mundo de la expedición de Magallanes-Elcano, que zarpó en 1519 y fue culminada por Juan Sebastián de Elcano y un puñado de hombres el 8 de septiembre de 1522.
Un viaje épico que permitió abrir una nueva ruta para unir los océanos atlántico y pacífico y dar así por primera vez la vuelta al mundo.
González Byass ha tenido el privilegio de participar en la conmemoración de tan importante efeméride, con los afamados “vinos de Ida y Vuelta”. Vinos que viajan a bordo en las largas travesías de ultramar para saciar la sed y alimentar a la tripulación, dar sentido a los oficios religiosos y, como no, para su comercialización. Estos vinos, a su regreso y tras meses en la mar, mejoraron notablemente hasta el punto de doblar su precio en el mercado, lo que hizo proliferar esta forma de comerciar con los vinos de Jerez. En el caso de González Byass, tenemos completamente documentados los que se hicieron entre 1837 y 1871. Esta práctica se llegó a popularizar en un tiempo donde se decía; “el buen vino de Jerez, si al partir valía cinco, mareado vale diez”.
La mejora de los vinos en la mar se plasma en obras tal relevantes como, por ejemplo, la “Historia Natural” de Plinio el Viejo del S. I a.C. o en “Los Trabajos de Persiles y Sigismunda” de Miguel de Cervantes de 1616.
Con la llegada del barco de vapor se pierde la bodeguera tradición de enviar “en viaje redondo” estos vinos navegantes, hasta que González Byass, con la inestimable ayuda de La Armada Española, recupera esta bodeguera tradición, para unirnos a esta conmemoración histórica.
Fue en 2018, en el 90 crucero de Instrucción de Guardiamarinas del Buque Escuela de La Armada Española, cuando embarcamos el primero de los tres vinos con los que hemos rendido tributo a esta hazaña.
XC Palo Cortado, un excepcional Palo Cortado que embarcó en el Buque Escuela el mes de febrero de 2018 para navegar durante 6 meses y completar, así, el 90 crucero de Instrucción que arribó a Cádiz el 11 de agosto de 2018. Pudimos constatar como el vaivén continuo de la mar y los valores de la tripulación de Elcano, se transmitieron de algún modo a este vino sublime que retornó a la Bodega curtido por el sol y la sal.
El año 2020, fue un crucero de vuelta al mundo, en concreto el nº12, completado por el bergantín-goleta, botado en la capital gaditana hace casi 100 años.
A los mandos del comandante, Santiago De Colsa, fue un crucero exigente debido a la pandemia mundial que mantuvo a la tripulación sin poder desembarcar durante 11 meses. Brasil, Argentina, Uruguay y Miami, fueron alguno de los puertos de escala de esta vuelta al mundo.
El Viña AB, un Amontillado de libro, fue el elegido para embarcar el 11 de agosto de 2020 y conmemorar el 500 aniversario de la primera vuelta al mundo de Magallanes-Elcano, atracando en junio de 2021 en la ciudad de Cádiz. Viña AB Estrella de los Mares es un vino cuya selección en bodega, por parte de Antonio Flores, enólogo de González Byass, no ha sido casual. Se ha buscado un vino con capacidad de evolucionar y mejorar en su periplo por el mar. Así ha sido, concentración de sapidez y salinidad en un vino que ha crecido, se ha superado para alcanzar el sumun de la elegancia en una copa.
El colofón a estos años de homenaje lo pone Tío Pepe, el vino más icónico de González Byass, que se embarcó en el Buque Escuela el 12 de febrero de 2022 y que ha recorrido los puertos más ligados a la historia que vivieron los marineros de la expedición hace ahora 500 años. En España el barco recaló en Barcelona, Santander y A Coruña , antes de poner rumbo a su base en la ciudad de Cádiz con uno de los vinos más universales a bordo.
Su finura y método de crianza, bajo “velo de flor”, hacían de esta aventura todo un reto enológico que la naturaleza, la mar y La Armada Española, nos han ayudado a superar de manera notable.
A su regreso a Cádiz, pudimos constatar con ilusión los nobles efectos de la mar en su constante vaivén que provoca, en el caso del delicado vino fino, un curioso fenómeno de “crianza sumergida” que otorga caracteres singulares al vino con el que brindamos al recibir a toda la tripulación en casa.
Catamos estos vinos para la historia, en un espacio tan singular como el Archivo General de Indias, donde precisamente se guardan con celo los documentos relativos a la primera vuelta al mundo; hito que supuso un antes y un después para la historia de la humanidad, y del que nos sentimos orgullosos haber formado por parte de su conmemoración.
Nuestra gratitud a la Armada Española y a los mandos y tripulación del Buque Escuela Juan Sebastián de Elcano, en los Cruceros de Instrucción XC, XCII y XCIV; así como a la dirección del Archivo General de Indias.